En este país la Semana Santa es una gran mezcla de creencias y tradiciones, es hablar de la cultura y la identidad de un país que sigue con devoción y conmemora de manera solemne la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
Al referirnos a la Semana Santa guatemalteca, nos remontamos a la época de la colonia, desde ese entonces, bellas imágenes, que aún existen, han recorrido lo que en aquel entonces eran calles empedradas y hoy se hace en la algarabía de la Ciudad Capital, pasando al lado de grandes edificios que son testigos fieles de esta celebración.
Se vive en el contexto de sus majestuoso monumentos que recorren lentamente las calles de la ciudad con un mensaje que hace reflexionar sobre el amor que Dios manifestó a nosotros por medio de su Hijo. Se aprecia también la belleza de las esculturas de nuestro Señor Jesucristo, su Madre y los apóstoles que le acompañaron en los momentos de nuestra redención. De igual forma se aprecian sagrarios, huertos, altares y alfombras.
Guatemala posee un género único en el mundo: las marchas fúnebres, que si bien dichas composiciones son utilizadas en España y otros países que tienen estas manifestaciones, en Guatemala se ha tenido la oportunidad tener verdaderas obras maestras de reconocidos maestros del género fúnebre.
El ambiente se torna sofocante debido al calor de esta época muy mística y mágica que con sus huertos procesiones y sagrarios nos ayudan a rememorar el sacrificio de Jesús.
att: Andrea Tejado Pacheco
jueves, 11 de marzo de 2010
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