Nació en la primavera del año 1400?, en San Nicolás del Puerto, villa del Arzobispado y provincia da Sevilla, entre Constantina y Cazalla, en plena Sierra Morena. Ingresó en la orden de los Franciscanos en el convento de Arrizafa (Córdoba). En 1441 fue enviado como misionero a las Islas Canarias, vivió en Fuerteventura hasta que regreso a España en 1449. Al año siguiente hizo una peregrinación a Roma para asistir a la canonización de San Bernardino de Siena. Se hospedó en Aracoeli y una epidemia lo obligó a permanecer en Roma asistiendo a los enfermos. De regreso a España, continuó desempeñando los oficios de portero y de cocinero en varios conventos, el último de los cuales fue el de Santa María de Jesús en Alcalá de Henares (Madrid). Sus restos incorruptos reposan en la Catedral Magistral de Alcalá de Henares en una urna de plata del siglo XVII y su cuerpo se expone todos los años el 13 de noviembre. San Diego fue el único santo canonizado a lo largo de todo el siglo XVI, ya en las postrimerías de la centuria, por el Papa Sixto V el 10 de julio de 1588.
Entre los seis milagros aprobados por la Sagrada Congregación de Ritos para su canonización, el más famoso es la curación del príncipe Carlos, hijo de Felipe II, cuando en 1562, estudiando en Alcalá de Henares, tuvo una caída por las escaleras en el Palacio Arzobispal, dándose un golpe grave en la cabeza. Después de que dispusiera le llevaran el cuerpo de San Diego hasta su cámara, se recuperó de forma sorprendente.
La noticia del milagro recorrió España, Europa y América.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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